EL GRANDIOSO ANGEL

UN PIE EN EL MAR Y OTRO EN LA TIERRA

Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con un arcoiris en su cabeza. Su rostro era como el sol y sus pies como columnas de fuego. Tenía en su mano un librito abierto y puso su pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra. (Ap. 10:1-2)

Este ángel sin duda es Cristo. La nube que lo envuelve nos recuerda la nube del Antiguo Testamento, donde Dios custodiaba el templo. El arcoiris es el pacto que Dios hizo con Israel después del diluvio. Su rostro como el sol y sus pies de fuego están llenos gloria y esplendor. El librito es el Evangelio. Un pie en el mar y otro en la tierra es su poder sobre toda la creación.

JURAMENTO ETERNO 

Cristo en forma de ángel clama al cielo con voz de rugido de león y los truenos emitieron su voz. A Cristo se le conoce como el León de la tribu de Judá.

El levanta la mano al cielo Y juró por el que vive por los siglos de los siglos que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más. Sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando el comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como El lo anunció a sus siervos los profetas. (Ap.10: 6-7)

La mano levantada de Cristo es el juramento del juicio de Dios que está por acontecer. Sus palabras afirman y revelan el misterio que el Señor anunció a sus profetas de antaño.

Y este misterio llega a su final. Cristo establecerá su reino eterno y castigará a satanás.

EL LIBRITO DULCE Y AMARGO

Ve y toma el librito en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y la tierra. (Ap. 10:8). Juan pide el librito. El glorioso ángel le ordena comérselo, advirtiendole que en su boca tendrá un sabor dulce, pero en su vientre lo sentirá amargo.

El ángel le dice: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes. (Ap. 10:11)

LOS DOS TESTIGOS

Dos testigos o profetas son enviados por Dios para que profeticen en Israel, por un tiempo. En ese período ellos harán milagros y no podrán ser dañados en ninguna forma. Cuando hayan acabado su testimonio, satanás hará guerra contra ellos y los matará. Sus cadáveres estarán expuestos en una plaza que corresponde al lugar donde murió Jesús. Las gentes los verán y no permitirán que sean sepultados. Los moradores de la tierra se alegrarán al ver los restos de estos dos profetas, pues les molestaba el mensaje que ellos daban.

Pero después de tres días y medio, entró en ellos el espíritu de Dios y se levantaron sobre sus pies y cayó gran temor sobre los que los vieron. Y oyeron una voz del cielo que les decía: subid acá. Y subieron al cielo en una nube y sus enemigos los vieron. (Ap.11:11-12)

Después de este acontecimiento, viene un gran terremoto en aquél lugar muriendo muchos hombres. Varios se atemorizaron y otros glorificaron a Dios.

PARA REFLEXIONAR

La agenda globalista se ha introducido incluso en el cristianismo, tergiversando las enseñanzas de las Escrituras, con el fundamento del humanismo. Es por eso que habrá alrededor del mundo mayor predicación del Evangelio.

Los dos testigos también representan a la Iglesia y sus fieles; ellos con fuego en sus labios hablarán con ardor de la palabra de Dios.

La mayoría de las personas los aborrecerán porque delatarán el pecado en todas sus formas.

El mensaje de un verdadero testigo o profeta es la enseñanza de la Escritura tal cual, sin modificaciones ni ambiguedades.

Un falso profeta distorsionará la verdad del Evangelio y se le conocerá por sus acciones.

Debemos estar alertas. Hay muchos falsos profetas y lideres hablando en nombre de Dios.

No creais a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. (1 de Juan 4:1)

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