HA LLEGADO EL GRAN JUICIO
El ángel toca la trompeta, grandes voces se escuchan en el cielo diciendo: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y Él reinará por los siglos de los siglos. (Ap. 11:15).
Y los veinticuatro ancianos se postraron en adoración. La oración que sale de sus labios presagia el juicio de quienes murieron siendo fieles a Dios y de castigar a los malvados. Y se airaron las naciones y tu ira ha venido y el tiempo de juzgar a los muertos y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes y de destruir a los que destruyen la tierra. (Ap. 11:18).
El temor de Dios no significa tenerle miedo, sino una gran reverencia a su persona divina.
Quienes se olvidaron del Señor y se inclinaron ante la maldad, sentirán un gran temor.
El templo de Dios se abre y allí se ve el arca de la alianza. En ese mismo momento hay relámpagos, truenos, granizo y un terremoto.
EL DRAGÓN Y LA MUJER
Aparece en el cielo una gran señal: una mujer vestida de sol con la luna a sus pies. Sobre su cabeza una corona de siete estrellas. Está embarazada con dolores de parto. Y aparece otra señal: un gran dragón escarlata que tiene siete cabezas y diez cuernos y en sus cabezas siete diademas. Su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. El dragón estaba frente a la mujer esperando devorar a su hijo. Y ella dió luz a un hijo varón que regirá con vara de hierro a todas las naciones y su hijo fué arrebatado para Dios y para su trono. (Ap. 12:5). La mujer huye al desierto, preparado por Dios y es sustentada allí por varios días.
La mujer vestida de sol puede representar a María madre de Jesús o bien a Israel. Su vestidura de sol es el resplandor que lleva al concebir al Mesías. Las doce estrellas son las doce tribus de Israel, y la luna a sus pies es la luz de Aquél que viene a la tierra como salvador.
El dragón es satanás. También puede simbolizar un gobierno mundial tirano o un poderoso partido político. Sus siete cabezas son su poder y autoridad que tiene en la tierra. Sus cuernos son imperios o reinos terrenales. Su cola que arrastra algunas estrellas colocándolas en la tierra, significa su influencia en líderes mundiales que están bajo su dominio. Las estrellas también pueden ser aquellos ángeles que se volvieron demonios y actúan en la tierra.
El dragón intenta devorar al niño recién nacido, y destruir la semilla salvadora de la humanidad. Pero Dios no lo permite y lo arrebata dándole su lugar en el trono.
LA BATALLA EN EL CIELO
Aparece Miguel y su legión de ángeles. Luchan contra el dragón y sus ángeles malvados. Pero no prevalecieron, ni se halló lugar para ellos en el cielo. Y fué lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y satanás el cual engaña al mundo entero. Fué arrojado a la tierra junto con sus ángeles. (Ap.12:8).
En la batalla satanás y sus ángeles son arrojados del cielo a la tierra. Dios limpiará toda su creación comenzando por los cielos. Satanás usa potestad permitida por Dios, y pronto se le acabará su reinado.
PARA REFLEXIONAR
Existen cielos inferiores al cielo alto o morada de Dios, donde hay huestes demoníacas. Satanás y su legión de demonios se ha tomado todo lugar de los cielos, en la tierra y debajo de la tierra.
Hay que desconfiar de supuestos ángeles y otros seres luminosos. El diablo se puede disfrazar de ángel de luz y engañar.
El arcángel Miguel destrona a satanás del cielo y Cristo lo eliminará de la tierra. Pero antes él hará de las suyas. Aqui en la tierra el dragón actúa con gran autoridad desde las sombras.
Observamos su dominio en una élite que presiona para gobernar a la humanidad, y su oscura agenda mundial disfrazada de buenas intenciones.
Ay de los que a lo malo dicen bueno y a lo bueno malo, que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz. (Isaias 5:20)
Como su enemigo es Cristo, el dragón hará todo lo posible por derrotar el cristianismo y a sus fieles. Ya ha comenzado cambiado el sistema valórico e impulsando una nueva religión mundial.